El sistema científico medieval

Se atribuye a la Grecia clásica la gloria de haber dado nacimiento al pensamiento científico como tal. Por otro lado, en las antiguas civilizaciones orientales se alcanzó una elevada tecnología, pero ésta no estuvo acompañada de ningún sistema teórico que diera explicación de los fenómenos naturales observados que se predecían con gran eficacia. La mera crónica factural empírica es sólo un aspecto de la ciencia.

Esta antigua tecnología se advierte en Babilonia y Asiria, en Egipto, China e India, pueblos que establecieron criterios metodológicos para la predicción de fenómenos astronómicos, sin embargo en sus explicaciones no había razones ni el propósito de crear teorías que unificaran las observaciones y registros. Eran los mitos los que sugieren un orden cósmico bajo el predominio de divinidades personificadoras de las fuerzas de la naturaleza.

Los griegos buscaron la permanencia inteligible dentro del orden cambiante de los fenómenos, lo que los llevó al descubrimiento del uso generalizado de la teoría científica, siendo la geometría el aspecto paradigmático del triunfo del pensamiento abstracto que continuó siendo la característica del modelo griego de ciencia, donde reside el origen de todo lo que ha seguido después en el pensamiento científico.

La evolución del cristianismo permitió la consideración de la naturaleza como un símbolo de verdades espirituales, tocándole a San Agustín Incorporarla fe y las posibilidades de conocerla como tema de la filosofía, y asimismo, como nueva fuente superior de conocimiento para llegar a verdades absolutas.

En la Edad Media, la cristiandad occidental se dedicó a recoger el legado clásico y en el aspecto filosófico correspondió a Santo Tomás el esfuerzo brillante de cristianizar a Aristóteles, que de esta forma llegó a ser la base de la enseñanza en Occidente.

La Edad Media no fue una época de barbarie ni de estancamiento, pues al dogmatismo de los primeros tiempos siguió un notable progreso de gran fecundidad intelectual como artística - sobre todo en los siglos XI al XIV - que posibilitó el florecimiento del arte gótico y del pensamiento escolástico, a lo que se añade una notable contribución tecnológica como resultado de diversas innovaciones técnicas.

Queremos enfatizar en la hipótesis de que el pensamiento medieval no frenó el desarrollo del conocimiento científico, que el sistema científico de la Edad Media no fue una ruptura sino una continuidad del modelo científico imperante en Occidente. Y más aún - que en el siglo XII el pensamiento científico medieval experimentó un crecimiento fundamental cuyos principios generales van a predominar hasta el momento en que se va a operar la revolución científica del siglo XVII.

Otro aspecto de la filosofía de la ciencia medieval que continua influyendo fuertemente es la concepción de que la naturaleza debía de ser explicada en último término por medio de la matemática.

A partir del siglo XIII los árabes harán una contribución trascendental a la cristiandad medieval, al traducir una colección de obras científicas clásicas y un conjunto de explicaciones racionales antes no conocidas que los científicos medievales manejarán, a saber: la astronomía ptolemaica, la física aristotélica, la trigonometría, la obra de Hipócrates y de Galeno en medicina, y fundamentalmente, el sistema de numeración creado por los hindúes que contenía el símbolo de cero y que llegó a seria base del sistema moderno y uno de los mayores avances de la ciencia europea. Gracias a los árabes estos notables aportes fueron infiltrándose en el sistema del pensamiento medieval, generando un cambio sustancial en el modo de estudiar la ciencia y en la concepción de la teoría científica.

Entre las principales contribuciones del sistema científico medieval hay que tener en cuenta las referentes al método científico y a la teoría de la ciencia, así como un conjunto de valiosos aportes técnicos, que es la causa del porqué la sociedad medieval fue una época de innovaciones tecnológicas. Esto es explicable en la medida que el científico medieval se interesó por el conocimiento técnico y no sólo por el teórico. Este interés activo los llevó a interesarse por los resultados prácticos que culminaron en la construcción de aparatos especiales e instrumentos de medición más exactos que los conocidos anteriormente.

Los científicos medievales comenzaron a manejar gradualmente el conocimiento matemático y el método experimental a todo el campo de la ciencia física. Perfeccionaron el astrolabio y el cuadrante, y se desarrollaron nuevos procedimientos de aprovechamiento de la energía animal, hidráulica y del viento. Inventaron el reloj mecánico, los lentes de aumento y generalizaron el empleo frecuente de la balanza. En biología los mejores progresos se lograron en la anatomía humana.

Fue en la óptica donde lograron los progresos científicos más notables, el estudio de la luz se consideró como la clave de los misterios del mundo físico. Resultados sobresalientes se alcanzó en las edificaciones; como la construcción de grandes iglesias, siendo la creación del arbolante el procedimiento más brillante en el género de la construcción. En las artes prácticas - fue en la medicina- donde se conquistaron resultados destacables y progresos notables en el diagnóstico de enfermedades, en el control y prevención de plagas y en las técnicas de aislamiento. Progresos notables se alcanzaron en la oftalmología, siendo el invento de las gafas el progreso más llamativo de occidente para compensar los defectos de la visión.

Si bien es imposible exagerar la deuda que la ciencia tiene con la antigüedad griega, es justo aceptar que la ciencia medieval hizo importantes contribuciones y que una verdadera evaluación de la misma, debe evitar juicios precipitados antes de rigor histórico que inciden captar sus propias deficiencias y limitaciones y reconocer sus reales aportes y posibilidades.