lunes, 21 de marzo de 2011

La educación física en la psicología del niño

La pedagogía actual señala que el conocimiento picológico de los educandos constituye un elemento indispensable para la educación, enseñanza y formación de la conciencia y personalidad de los individuos. Toda pedagogía debe fundarse sobre bases psicológicas.

Aquí tan sólo vamos a considerar algunas influencias que la educación física ejerce sobre la formación psicológica del sujeto asi como también algunos aspectos referentes actividades tan caracterizadas de la infancia como el juego y al significado educativo que tiene la práctica de los deportes.

En psicopedagogía se emplean diferentes instrumentos que permiten ana1izar los conocimientos, las dificultades y las incomprensiones de los alumnos desde un punto de vista cualitativo y también estableciendo apreciaciones numéricas referentes al estado de los conocimientos, con el propósito de elaborar tablas y promedios a fin de extraer conclusiones prácticas de importantísimo valor educativo.



Los cuestionarios, las encuestas y los tests son instrumentos mediante los cuales se estudian científicamente las condiciones y factores que intervienpn en toda acción educativa, teniendo por objeto que la actividad escolar sea efectiva y fecunda. En este sentido, también existen determinados procedimientos q:ue nos permiten estudiar las aspectos fundamentales de la vida motriz del sujeto como la fuerza, la velocidad, la resistencia o la destreza. Los "tests motores" sirven para averiguar las consecuencias de la fatiga y el agotamiento nervioso, etc. Así, de este modo, la reeducación de "niños especiales" necesita de una educación motriz y de una pedagogía semejante a la de la escuela.

Los resultados obtenidos en los tests de Educación Física deben ser registrados según la opinión de los especialistas, en el certificado deportivo con miras a establecer la "ficha fisiológica y de actuación", documento este de suma importancia educacional.

De esta manera, se habla de una personalidad física y motriz mediante la cual podemos distinguir a una persona observando algunos de sus movimientos más caracterizados. También se observa que en la realización de muchas actividades matrices superiores relacionadas con el arte se advierte que para lograr la perfección es indispensable la combinación de determinados factores psíquicos y matrices. Refiriéndose a estos aspectos el Dr. Robert Jeudon de la Escuela Práctica de Estudios de París afirma: "La personalidad física y motriz es tan evidente, que, de lejos y mucho antes de poder identificar sus rasgos, reconocemos a una persona conocida por el ritmo de su paso o por sus gesto, tan infaliblemente como por su voz o su rostro". El autor nos habla de la relación entre la persanalidad física y la personanidad mental y nos dice: "la motricidad y el trabajo muscular ponen en evidencia una personalidad física que, en muchos aspectos se vinculan  con la personalidad mental. Existe una energía muscular que corresponde a las asociaciones de ideas, y una memoria muscular que permite al niño acumular progresivamente y sin contratiempos un caudal de reflejos y de gestos coordinados que constituirá su personalidad física, tal como la memoria mental condiciona la adquisición organizada de un vocabulario, de fórmulas, de matices espirituales..."

La importancia que reviste una acertada y científica dirección de las actividades y aptitudes físicas se revela en el hecho de que la imagen que tiene una persana a cerca de su cuerpo y propiedades constituye desde temprana edad, un elemento significativo del concepto de sí misma. Las características físicas son objeto de medición cuantitativa pero, también pueden ser apreciadas subjetivamente. El niño en forma subjetiva atribuye significado a las características físicas de su cuerpo y a sus actividades motrices relacianadas con los recursos y deficiencias que tiene. Así durante la infancia, las actividades motrices juegan un papel preponderante en el ejercicio de sus capacidades intelectuales, situación que refleja la importancia y consideracíón que debe acodarse al desarrollo motor.

Dentro de las actividades que realiza el ser humano en la infancia existe de mayor importancia que la del juego, a través de la que expresa casi la totalidad de su existencia. No se debe ver en el juego ningún beneficio ni tampoco lo debe realizar con el afán de conseguir la aprobación de los demás. El juego constituye el medio de ejercitar sus capacidades y aptitudes para desarrollarse, para ponerse a prueba a sí mismo no sólo a través de la imaginación, sino mediante la acción y el movimiento. De allí que se afirme, lo siguiente: "El juego es el mejor elemento de equilibro, psíquico del niño, asegura la base de su personalidad. El déficit de juego puede siempre originar un déficit en el dominio del carácter". (Jean Chateau: "El Juego del Niño" en "Psicología del Niño" de Maurice Debesse).

Entre los primeros estudios realizados a cerca del juego se encuentra el de Karl Groos realizado en 1896 sobre el juego de animales y posteriormente en 1899 sobre los juegos humanos en donde expresa sus teorías acerca del juego como como ejercicio de las tendencias, como actividad preparatoria para la realización de actividades futuras. Los psicoanalistas también expresan preocupación por los juegos de la infancia esforzándose por interpretarlos para descubrir la causa de complejos ocultos y para determinar el carácter del sujeto analizando las diferentes actividades lúdricas realizadas por el niño.

Corriemtemente a lo que se acostumbra creer, el juego no constituye un mero placer o diversión para el niño. La actividad lúclrica es una necesidad, la única manera de afirmarse del sujeto, el único instrumento inmediato que posee el niño para realizar sus pontencia1idades. El ser adulto se afirma y realiza mediante el trabajo creador que le abre un mundo de oportunidades y posibilidades para su desarrollo y perfeccionamiento. En cambio, el juego para el niño representa la única actividad de importancia. quo ejecuta en forma espontánea y su estudio nos permite conocer la naturaleza y las leyes de la infancia de una manera más completa que cualquier actividad realizada por la población infantil.

Si el juego es considerado como una actividad más caracterizada de  infancia, la educación debe tener como objetivo la dirección y encauzamiento de las fuerzas ocultas que manifiestan en el individuo durante la actividad lúdica. En este sentido, la mejor comprensión del juego permite el afianzamiento del carácter y la personaídad de la población infantil estableciendo las reglas y la disciplina más acertada para ayudar al sujeto superarse y a conseguir su proia autonomía.

Dentro de las consideraciones sociológicas relativas al juega se observa que si bien esta actividad es la preponderante en la vida infantil, los diferentes juegos llevadas a cabo no son producto de la invención de los niños en particular sino que es el gupo y en última término, los adultos, los que dan a través de las ritos y tradición el fundamento y constitución de los juegos infantiles. La capacidad de inventiva de la población infantil se muestra pobre, razones que abandonan las consideraciones referentes al papel que debe desempeñar la comprensión y dirección de los adultos en el afianzamiento de la personalidad infantil mediante la conducción de la actividad lúdica.

Desde los juegos funcionales en los que el infante ejercita su desarrollo fisiológico tratando de desenvolver su actividad glósica y motora, hasta los juegos de imitación y los llamados de reglamentación arbitraria, el niño revela a través de su ejecución el impulso hacia la afirmación de su persona en general. De allí, la tremenda importancia que amerita el estudio científico del aspecto fundamental de la vida infantil representada por el juego, en donde se manifiesta la voluntad y se pone a prueba los diferentes intereses que animan la compleja vida infantil.

En cuanto a la influencia que los deportes ejercen en la psicología del sujeto podemas afirmar que estos juegan un importantísimo papel en el desarrollo de la personalidad y el carácter, debiendo administrarse técnicamente para que su acción sea  fructífera. En este sentido, el deporte nos relaciona una serie de elementos que ejercen ciertas influencias sobre el ser humano. La distancia y el tiempo son factores que reclaman nuestro esfuerzo en las competencias al mismo tiempo que nos impulsa a perfeccionar los diversos movimientos para lograr un mayor rendimiento del individuo.

El valar educativo de los deportes también se manifiesta en que determinadas juegos implican la aceptaci6n de reglas, normas y responsabilidades asi coma también demandan de nuestra parte un esfuerzo ordenado, aceptando el cumplimiento jerárquico de las diversas funciones y estableciendo el respeto entre los participantes. La serie de situacianes, requisitos y condiciones que exigen la práctica de las deportes ejercen una acción educativa en el comportamiento del sujeto, el que pone en juega su voluntad, capacidad y espíritu de disciplina y de superación.

Además de los cansiderandos precedentes que se contraen a señalar algunas de las influencias que los deportes ejercen en la formación del carácter del hombre, existe otra de fundametal importancia educativa que se refiere al contenido social y democratico que encierran las deportes. En efecto, en la actividad deportiva no hay lugar a discriminaciones que en otras esferas de la vida social merecen "records" y del éxito en los deportes. Las victorias y conquistas deportivas se adquieren debido a las aptitudes y esfuerzos, a la disciplina y responsabilidad que se observan en las ejecuciones.

La intensificadón de las actividades deportivas inspiradás en el desarrollo y perfeccionamiento del ser humano, desligadas de egoísas intereses crematísticos es uno de los principios que debe animar la era de renovación educacional que se advierte en el mundo actual, que todos esperamos.

Artículo publicado en La Industria. 04 setiembre de 1967

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